Seguramente ya habréis visto las imágenes, se han colado en nuestras casas en los informativos como si fuera una noticia más: Audi ha hecho entrega esta semana de unos lujosos coches, de su más alta gama, al entrenador y a cada uno de los jugadores del Real Madrid. ¿Se equivoca Audi entregando coches a los jugadores del Real Madrid?
Su página de facebook lo anunciaba de esta manera
En principio la acción es fantástica. La empresa logra asociar su nombre a deportistas de élite, logra aparecer en todos los informativos mientras sus jugadores hablan de lo maravillosos que son esos coches, hace que cada vez que un jugador vaya al estadio a entrenar o jugar sea su coche el que los aficionados vean… bien, no parece una mala estrategia.
Pero ocurre que la situación está como está y los ánimos a flor de piel. Sucede que más de uno se está cansando del juego y no le gustan este tipo de estrategias e, inmediatamente, la publicación se llenó de comentarios de fans ofendidos:
Audi eligió no callarse ante las críticas y contestó algunos mensajes:
A lo que el público contestó con más críticas:
La conversación Audi – usuarios enfadados continuó…
Y una última muestra de comentarios contra la acción:
En el momento de escribir este post, la entrada de la noticia tenía 1.238 «me gusta» y 161 comentarios, la gran mayoría negativos o contrarios a la acción. Visto así, puede parecer una minoría pero, desde luego una minoría ruidosa.
También puede ser verdad aquello que decía Cristiano y solo se les critica por ser guapos, ricos y famosos. O incluso que todos los que han comentado negativamente sean simpatizantes de otros equipos o de otras marcas de coches… pero vayamos a lo realmente importante.
Centrarse solo en los posibles aspectos positivos de cualquier acción de marketing, olvidando las consecuencias negativas que se pueden derivar de él, es un error enorme. La misma persona que piensa que, al salir en las noticias, esta acción tendrá una gran audiencia, debería de haber pensado en qué noticias acompañan a la suya: crisis, problemas económicos, rescates, desahucios… y junto a esas noticias, oír que una marca le ha prestado, sin ningún tipo de coste, coches de 100.000 euros a multimillonarios.
Quizás la acción sea eficaz con su público objetivo pero desde luego que, al españolito medio que ahora mismo está asfixiado, no le habrá hecho demasiado gracia.