Jorge Lorenzo y su Porsche
Hace unos meses, escribíamos una entrada preguntándonos si Audi actuaba correctamente (a nivel de comunicación) regalando, prestando o como queramos llamarlo a los jugadores del Madrid y del Barça.
Hoy el post no se refiere a la marca en sí, sino al famoso en cuestión. Os pongo en antecedentes, ayer por la mañana, Jorge Lorenzo compartía esta foto en sus redes sociales, junto con el comentario «Mi nuevo juguete. Soy una persona afortunada»
¿A vosotros qué os parece este estado? Puede haber opiniones para todos los gustos, y de hecho, de entre las casi 2.000 que aparecen en el momento de realizar esta entrada las hay de todos los colores.
Los hay que le insultan, que no comprenden cómo puede presumir de coche «con la que está cayendo»; los que se ofenden porque hable en esos términos de un vehículo que no podrán conducir en la vida; los que no entienden que le regalen ese coche con el dinero que tiene o los que simplemente le insultan en base a otros criterios.
Por supuesto, los hay que lo defienden. Hablan de que cada empresa es libre de patrocinar a quién quiera, tildan de envidiosos a los que critican a Jorge o, simplemente, le defienden por afinidad hacia el piloto.
Dicho lo cual, cada uno tendrá su opinión al respecto y la mía es la siguiente:
Para mí, Jorge Lorenzo se equivoca. Veamos: Dentro de una hipotética estrategia de comunicación ¿qué se busca conseguir con ese mensaje? La base de las redes sociales es la interacción, la comunicación directa con el receptor del mensaje. ¿Y qué se espera conseguir con un mensaje así? ¿En el momento de enviar el mensaje, qué respuesta espera obtener de los seguidores? ¿O es que la respuesta nos da igual y seguimos pensando en una comunicación unidireccional?
En resumen, ¿El error es haber medido mal el impacto que un comentario así podía tener o no haber comprendido el funcionamiento de las redes sociales?
Supongo, intuyo, quiero pensar, que Porsche «obliga» de alguna manera a Jorge a compartir una imagen así en sus redes. Si es así, alguien de su entorno debió de decirle que no lo hiciera, que era peligroso.
Los famosos en la red
Cuando una personalidad pública gestiona sus propias redes sociales, sabemos que encontraremos mensajes más «frescos», esporádicos… pero también más irrelevantes y peligrosos.
Normalmente estos mensajes dan pie a miles de fans diciendo que es el mejor, que suerte, que queremos un hijo tuyo.. pero a veces, puedes herir la sensibilidad de alguien y quedar marcado.
Y es probable que ningún deportista, músico, actor… se vaya a parar a reflexionar sobre esto en términos de comunicación pero, a lo mejor, se entiende de otro modo: los patrocinadores te pagan porque tu imagen gusta al público, si el público te detesta, olvídate de patrocinadores.
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